EDUCAR

Escuchen, hijos, la enseñanza de un padre;

yo también fuí hijo para mi padre, amado tiernamente por mi madre.

Proverbio 4, 1-3

Con una pizca de nostalgia el anciano sabio evoca su adolescencia cuando era dócil a la enseñanza de su padre y su madre lo mimaba.

Se funden así los dos aspectos de la educación: el nervio más bien áspero del padre que corrige y la ternura femenina que sostiene en las caidas.

Severidad y dulzura no son realidades alternativas sino que se complementan y ayudan a crecer.

Pero la advertencia culmina en ese "escuchen", dirigido a los hijos.

"Escuchar" en la Biblia significa obedecer, adherir, comprometerse, confiar.

"¡Escucha, Israel" es también una llamada religiosa.

Gianfranco Ravasi

"En el corazón del hombre"