Monday, November 28, 2005

Tiempo para la reflexión


Acompaña la conversación
Originally uploaded by magallanico.

Al caer la noche, siempre debería haber tiempo para reflexionar acerca de nuestra vida, de nuestras familias, de los amigos y ver como mejoramos nuestro quehacer diario.
Que el calorcito de esta chimenea de Lautaro te ayude en los tiempos difíciles.

ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema , aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.

La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.

Mirando a si hija, le dijo: "Querida, ¿qué ves?

"Zanahorias, huevos y café", fue la respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Después le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?"

El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente: La zanahoria llegó al agua caliente, dura, pero después de pasar por el agua hirviendo, se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua fragil, su cáscara fina protegía su interior líquido;´pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo eran únicos, después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cuál eres tu?", le preguntó a su hija. "Cuándo la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?

¿Eres una zanahoria? Pareces fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza

¿Eres un huevo? Aquel que comienza con un corazón maleable. Poseías un espíritu fluído, pero después de una muerte, una separación o un despido te has vuelto duro y rígido. Por fuera te ves igual, pero, en realidad, eres amargado y áspero, con un espíritu y corazón endurecido.

¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

Y tú, ¿cuál de los tres eres?

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